LA BESTIA - Alex Flinn

Título: La Bestia
Autor: Alex Flinn
Editorial: Versátil
Páginas: 228

Una bestia. No soy exactamente un lobo, ni un oso, ni un gorila, ni un perro, sino una criatura nueva y horrible que camina erguida. Una criatura con colmillos y garras y con pelo en todos los poros de mi cuerpo. Soy un monstruo. ¿Crees que esto es un cuento de hadas? Para nada. Sucede en Nueva York y sucede ahora. No es una deformidad, ni tampoco una enfermedad. Y me quedaré así -condenado- a menos que pueda deshacer el hechizo. Sí, el hechizo que me lanzó la bruja con la que iba a clase de inglés. ¿Por qué me convirtió en una bestia que se oculta durante el día y sale a merodear por las noches? Te lo contaré. Te contaré cómo solía ser Kyle Kingsbury, el chico que te gustaría ser, con dinero, el físico perfecto y la vida perfecta. Y después te contaré cómo me convertí en la perfecta... Bestia.

¿Sabéis cuando descartáis por completo una historia sólo por haber visto la película? Pues eso es lo que me pasó con La Bestia, me llamaba mucho la atención pero me daba miedo porque la adaptación protagonizada por Vanessa Hudgens y Alex Pettyfer aunque entretenida no me pareció nada del otro mundo y temía que el libro me decepcionase.

Me equivoqué. Claramente. Las diferencias entre ambos son abismales, para empezar encontramos a Kyle , el típico chico popular y superficial que decide hacerle una broma pesada a una compañera sólo por su aspecto. Sin embargo, la joven resulta ser una bruja que como castigo le convierte en una bestia. Sí, una bestia, no simplemente cicatrices y tatuajes como sucede en la película, por lo que es mucho más difícil conseguir que alguien se enamore de él. Kyle tiene exactamente dos años para conseguir enamorarse y ser correspondido y así romper el hechizo gracias a un único gesto de bondad que realizó durante el baile. Su padre, único familiar con el que vive, tras ver que no hay forma de hacer que recupere su aspecto decide desterrarlo a un piso en las afueras para evitar que nadie se entere de lo que le ha pasado a su hijo. Así, Kyle contará con la única compañía de su criada, Magda, y Will, un profesor ciego contratado por su padre, además de Kendra, la propia bruja que irá aconsejándole a través de un espejo con el que podrá observar el mundo que ahora le ha hecho a un lado.

Así que el rey del instituto Kyle Kingsbury - ahora Adrian - pasa los días entre libros, mirando por la ventana o dedicándose a crear un impresionante jardín de rosas… hasta que tras un año encerrado un ladrón intenta robar en su casa y le ofrece a su hija a cambio de que no llame a la policía. Adrian pensando que ella estará mejor que con alguien que la trata como mercancía y pensando que es su única oportunidad de que romper el hechizo, la acoge en su casa. A partir de ahí, se creará una relación muy cercana entre él y Lindy, superando los baches del camino.

La Bestia es un retelling muy fiel a la historia original de La Bella y La Bestia, adaptada al mundo actual y que he disfrutado como una niña. Me han encantado los pequeños y únicos detalles como el hecho de dividir el libro a modo de actos, o introducir cada uno con un chat entre personajes que han sido convertidos en animales o criaturas fantásticas que van a transformarse en humanos, lo cual me pareció realmente original y divertido.

El libro engancha desde el principio, no fui capaz de soltarlo en todo el día, y no tardé en leerlo ni 24 horas. La prosa es muy ligera y los diálogos realmente fluidos, los personajes están muy bien trabajados y rápidamente consiguen que te encariñes con ellos. Quizás me ha faltado un poco de “factor sorpresa”, pues al fin y al cabo, todos conocemos la historia y sabemos lo que va a suceder, pero por lo general es un libro estupendo. Sobre todo me ha sorprendido la capacidad para integrar la magia en el mundo actual, creo que la autora lo hace con mucha naturalidad y está muy bien conseguido.

Otro asunto que me ha parecido muy interesante es cómo se juega con los propios nombres, no me refiero a que Lindy sea Bella sino a que Kyle se apellida Kingsbury palabra que para empezar contiene la palabra “King”, que significa rey, mientras que Kyle quiere decir “guapo”. Pero él ya no se siente así por lo que considera un fraude seguir respondiendo a ese nombre, y decide hacerse llamar Adrian que significa “oscuro”. 

En definitiva, una auténtica sorpresa, un libro que conserva la magia del clásico, perfectamente adaptada al mundo moderno y con unos personajes carismáticos con los que te encariñas desde el principio y una historia que te enganchará desde la primera página. Me alegro mucho de haberlo podido leer, muchísimas gracias a la editorial Versátil por el ejemplar.