¡Hola devoralibros! Hoy os traigo la reseña de uno de los últimos libros que ha sacado Stephen King y que creo que desafortunadamente ha pasado bastante desapercibido – aunque claro, es lo que tiene cuando un autor saca tantos libros seguidos que algunos obviamente destacan sobre otros- y que descubrí en la librería hace unos meses. Al verlo, llamé corriendo a mi amiga Naya porque es súper fan de Stephen King y no me sonaba haberlo visto en su blog. En efecto, ella tampoco lo conocía, por lo que lo solicité a la editorial y amablemente me cedieron un ejemplar. ¿De qué libro estoy hablando? De La caja de botones de Gwendy.
Se trata de una novela bastante corta, que no llega a las 200 páginas donde aparece una niña, Gwendy la cual ha sufrido burlas por parte de sus compañeros debido a su peso, por lo que ese verano sube todos los días las llamadas escaleras de los suicidios intentando estar en forma. Una vez más encontramos dos temas recurrentes en las historias del autor: los niños y el acoso, prueba de ello son El resplandor, It… Como os contaba, la niña un día se encuentra a un hombre con sombrero, quien parece estar al tanto de todos sus problemas y le ofrece una caja de botones sin apenas instrucciones mas que una breve explicación de para qué sirve cada botón: cada color representa a un continente mientras que un par de palancas ofrecen por un lado unas chocolatinas que sacian el apetito y por otro monedas antiguas de gran valor. Y luego está el botón rojo que ofrece todo lo que ella desee, mientras que el negro que puede conllevar un gran mal. La chica, aunque al principio no se dará cuenta del trato que ha hecho, pronto será consciente de que la caja es más peligrosa de lo que parece y casi parece tener vida propia.
El libro, que parece una fusión de La pata de mono de W.W. Jacobs y el mito de La caja de pandora, reflexiona acerca de la curiosidad humana y el poder de los deseos. Si tuviéramos la posibilidad de conseguir todo lo que queremos a costa de grandes males ¿seríamos capaces de pulsar el botón? También profundiza en cómo nada es gratis y hasta el más pequeño de los actos puede repercutir en la vida de los demás. Gwendy constantemente teme que le roben la caja pero a la vez desea que le quiten la carga de guardarla. Y esta dicotomía va creciendo conforme avanza la trama, y es que por mucho que consigue la joven, no es del todo feliz. En el fondo ¿se puede serlo plenamente? Así mismo, y esto es una reflexión propia, creo que el autor trata también el tema de que a veces el poder reside en la persona equivocada y cómo esto puede tener graves consecuencias. Quizás el ejemplo más claro sea la política pero podría mencionarse a cualquier líder o persona en un cargo de responsabilidad.
También quiero destacar cómo una vez más Stephen King nos presenta un objeto aparentemente corriente pero al que dota de personalidad y deseos, creando un ser oscuro sumamente aterrador. También se tratan temas como la corrupción, el alcoholismo y la violencia sexual, sin tapujos, como es propio del escritor.
Gwendy es la protagonista, que destaca dentro de los escasos personajes que hay en la historia, y me ha caído muy bien. Tiene un sentido de la moral muy alto y es sumamente trabajadora y responsable. Me ha gustado cómo va evolucionando con el paso de los años y cómo va cambiando debido a todo lo que experimenta. Al margen de si estoy o no de acuerdo con las decisiones que toma a lo largo de la novela, lo cierto es que me ha encantado como personaje.
En general, se trata de un relato sumamente interesante, que me ha fascinado por su complejidad pese a su breve extensión y que me ha sorprendido gratamente. Me ha encantado cómo esconde mil reflexiones en este cuento y cómo una vez más aterroriza al lector a base de lo cotidiano. Para los miedosos, no debéis temer leerlo porque no es un libro que de especialmente miedo pero sí que merece la pena leerlo dentro del género, sobre todo como introducción al autor.
En cuanto a la prosa, es sencilla y adictiva, los personajes hablan como haría cualquiera en la calle e incluso en ocasiones de forma algo vulgar. Es cercano y no hay excesivas descripciones, y las ilustraciones son sin duda un punto a destacar.
Sin duda, La caja de botones de Gwendy es un libro que recomiendo muchísimo, por todo lo que esconde dentro de una historia sumamente entretenida, que se lee en un suspiro y que he disfrutado enormemente.
Hola estoy explorando al autor y este libro no suena mal así que me lo llevo apuntado. Saludos.
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