REINO DE FIERAS - Gin Phillips

¡Hola devoralibros! Hoy os vengo con una nueva reseña, en este caso de una novela que me cedió Penguin Random House  para mi charla de thriller y novela negra. Muchísimas gracias a la editorial por el ejemplar, he disfrutado mucho de la historia. Ahora sí, vamos con la reseña.

Reino de fieras es un thriller trepidante que nos cuenta la historia de Joan, una mujer que está con su hijo pequeño en el zoo cuando un hombre armado entra y empieza a disparar a la gente. A partir de ahí, hará todo lo que haga falta para proteger a su hijo. ¿Sabéis esos libros que no podéis soltar hasta terminarlos? Pues así me sentí yo con esta novela. Por poneros en situación: me encontraba de vacaciones y lo terminé en día y medio (y porque tenía que dormir, que si no...). Sólo podía pensar en qué iba a pasar.

La historia nos sitúa durante la hora de cierre de un zoológico, Lincoln y su madre se encuentran regresando a casa cuando de repente oyen unos ruidos. Al principio no lo identifican como lo que son y no es hasta que están casi en la salida cuando ven los cuerpos y entonces reconocen los disparos. Joan no se lo piensa y corre de regreso al interior del recinto pensando sobre la marcha dónde pueden esconderse y tomando la decisión de no dejar que le pase nada a su niño.

“Es un patrón horripilante. Pero es un patrón. Tiene cierta predictibilidad, lo cual siempre le ha parecido lo más horrible del tema. Las matanzas son lo bastante comunes como para tener una secuencia establecida…”

A partir de aquí, leeremos sobre las siguientes horas dentro del zoológico y cómo la situación va haciendo mella en sus ánimos y las decisiones que deben ir tomando. La historia de ambos se combina con tres puntos de vista más: el de una joven empleada del zoo, el de una profesora retirada que se encontraba haciendo footing en el zoológico y el del hombre armado. Además cada capítulo viene introducido por la hora que es, de manera que vas encajando todas las piezas del puzzle, sabiendo dónde está cada uno y temiendo cuando el hombre se acerca a la zona donde están escondidos. De esta forma, logras ponerte en la piel del resto de personajes, sintiendo su temor y entrando en un estado de tensión que va incrementándose conforme pasan las horas.

Otro punto que me ha parecido brillante ha sido la presencia de Lincoln, es un niño de cuatro años la mar de inteligente, que pese a al principio aceptar esconderse con su madre obviamente empezará a impacientarse. Es un aspecto que me ha gustado mucho de la novela, lo reales que son sus personajes, por muy bueno que sea un niño de esa edad no puede parar quieto. Se le olvida que está en peligro constantemente y no entiende que tenga que quedarse callado o que no pueda volver a casa. Hay de hecho un momentos que duelen, como cuando le entra hambre o quiere ir al baño, y la impotencia de su madre, tener que decirle que no o arriesgar sus vidas para ello. Su madre, Joan, puede tomar mejores o peores decisiones, pero es algo comprensible ante la situación en la que se encuentra. Quizás me molestaban un poco sus reflexiones acerca de querer que el niño fuese aún un bebé, me parecían repetitivas pero como os digo, ante una situación límite cada cual reacciona de una u otra forma. En su caso es toda una leona, hará lo que haga falta por proteger a su pequeño, y eso conlleva momentos muy duros, creedme. Meterte en la piel de esta mujer cómo ante un evento de este tipo debe escoger entre lo correcto o ponerse a salvo con su hijo, es realmente descorazonador.  

“Entre ellos corren millones de hilos como este, de cerebro a cerebro, hilos que le dicen en qué momento Lincoln empieza a tener hambre y cuándo está a punto de romper a llorar y que le dicen que le gustará la idea de usar trocitos de malvavisco para fabricar unas botas para sus astronautas”.

Joan lleva el peso de la historia, la mayor parte de libro está narrada desde su punto de vista y esto me ha parecido un acierto porque era por quienes más preocupada estaba. Quiero destacar también el punto de vista de uno de los responsables de esta pesadilla, como ya dije con Lágrimas en el mar (reseña aquí), incorporar como narrador a uno de los villanos es una opción muy valiente por parte del autor porque si bien no empatizas con él, si que el hecho de conocer sus motivos y el resto de personajes no, hace que te encuentres en una situación privilegiada. Poseer esa información te hace entender un poco al personaje e intuir cuál va a ser su siguiente paso o reacción y eso es terrorífico. Es como cuando en una película de terror sabes que va a haber un sobresalto pero no cuándo. Así te sientes.

La narración es sencilla y fácil de seguir, apenas hay descripciones pues escondidos apenas ven nada pero entran en juego factores como los ruidos, los olores... y la imaginación que tiende a ponerse siempre en lo peor. Se convierte en una novela muy cinematográfica, con una narración a veces algo lenta y otras desenfrenada que te tiene en vilo durante sus 342 páginas hasta que toda esa adrenalina se desborda y entonces te quedas con la boca abierta. He disfrutado muchísimo de la historia, si tengo que poner un pero es que me ha faltado un capítulo extra o epílogo. Necesitaba una explicación de dicho final pero ahora que ha pasado el tiempo puedo entender que la novela va sobre ese momento en el zoo, todo está contado por mucho que quiera saber qué pasa después.

En definitiva, una thriller psicológico brillante, que me atrapó por completo, una historia que se basa en cómo el ser humano reacciona de forma diferente cuando se encuentra al límite y cómo podemos llegar a hacer lo inimaginable por los que queremos.

Muchísimas gracias a Naya por recomendármelo. ¡Como siempre has acertado!